Vimos venir la tormenta,
disfrutamos del espectáculo sin querer,
no supimos distinguir una gota de agua de una lágrima,
y al final, como en toda tormenta,
el vientolvido se lo llevó todo.
Vimos venir la tormenta,
disfrutamos del espectáculo sin querer,
no supimos distinguir una gota de agua de una lágrima,
y al final, como en toda tormenta,
el vientolvido se lo llevó todo.