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Mi programa electoral

Votaría a un gobierno que me mire a los ojos, transparente, que me mire sin papeles, sin discursos enlatados y promesas derretidas, que me hable improvisando, desde adentro, desde el “yo siento” más que desde el “yo te convenzo”.

Votaría a un gobierno que diga “lo siento, me equivoqué” y que quiera dame la mano porque quiere darme la mano, no porque quiera “parecer” que me da la mano para una foto.

¿Dónde están esos políticos que saben que la humildad de la sinceridad es la fortaleza de la verdad? ¿existen?

Votaría a un gobierno que siendo fuerte abrace las debilidades de la historia, no que me asuste con ellas.

Votaría a quienes promuevan como bandera los colores de la cultura, el progreso y la investigación, porque eso es lo que hace a largo plazo despuntar una economía creando una sociedad feliz, porque una sociedad educada en el pensamiento crítico es una sociedad de éxito, libre, y una sociedad de borregos tragándose las modas, los discursos clónicos del miedo, los informativos, es una sociedad esclava.

Votaría a una sonrisa sincera antes que a un traje impoluto y caro.

Hay una palabra que nunca he oído en un debate electoral, una palabra muy básica, la palabra de la creación. Es la palabra “amor”, se escucha poco a un político pronunciarla. De hecho en los últimos debates erectorales (si, con r) de los últimos años no se ha pronunciado ni una vez. Y diréis “bueno, esto es muy hippie ¿no?, ¿cómo van a decir amor? Pero piensa una cosa ¿qué es la vida sin lo que simboliza esa palabra? ¿qué es una vida sin amor? El amor de los amigos que te van a acompañar durante tu vida, el de la familia que te dio sustento y te hizo crecer sano, el amor de un compañero/compañera que te siga y al que seguir porque juntos sois mejores ¿Qué sería de la vida sin el amor que le has dado a un hijo y que el después te da a ti? Y sí, porqué no, el amor de un gobernante por su pueblo, ese amor contaría con mi voto.

¿No es eso básico y fundamental? ¿sigues pensando que no es importante? ¿Por qué no se puede hablar de amor en la política?

Definición de gobernar:

  1. Ejercer la dirección, la administración y el control de un Estado, ciudad o colectividad.
  1. Conducir o dirigir una embarcación o un vehículo.

Vivimos bajo gobiernos que se creen solamente la primera acepción del término, nos han hecho tragar que ser político es “dirigir, administrar, controlar”. Yo quiero un gobierno que se guíe por la segunda acepción, que esté en el mismo barco que yo, que boguemos juntos esa embarcación, porque si se conduce mal naufragamos todos, y por eso nos conviene elegir al mejor capitán. Lo que pasa es que los políticos no temen un naufragio, porque no les afecta a sus privilegios.

En cualquier trabajo, si yo no cumplo las expectativas para las que fui contratado soy despedido, pero hoy en día si las políticas de X o Y fracasan, aunque pierdan las elecciones, siguen cobrando buenos sueldos y ocupando escaños. Por eso no temen una crisis, manifestaciones o naufragios. Se han ocupado de tener los mejores salvavidas: excelentes sueldos, régimen especial de la seguridad social, aforamientos, jubilaciones preferentes, etc…

Yo creo que si un capitán se arriesga a navegar con su barco daría la vida y su mejor esfuerzo para que no nos hundamos.

Pido que tratemos a los políticos como a cualquier trabajador, incluso que se le exija más por su enorme responsabilidad, que tengan experiencia en el campo que les toque administrar, basta ya ese juego de ir repartiendo ministerios a dedo. En el Ministerio de Defensa quiero un ex soldado que haya estado en el frente, que haya sentido el peligro de la guerra, el miedo de la muerte y que no lo desease para sus hijos, para nosotros, que nos proteja, en Agricultura quiero alguien que se haya embarrado las manos cultivando, en Sanidad un graduado en medicina que haya hecho guardias maratonianas y haya cobrado la vergüenza que cobran los médicos, en Educación quiero al mejor profesor, al mejor filósofo, en Ciencia quiero un científico, etc… y exijo también que para esos cargos tengan que superar duros exámenes, como cualquier dentista, operador de maquinaria pesada, abogado o profesional.

Se habla mucho de economía, pero más allá de la economía está el respeto, más allá de la educación está el entendimiento, antes que la sanidad está la prevención, antes que acrecentar a las fuerzas armadas el saber proteger a las debilidades indefensas.

Votaría a un gobierno que quiera a su pueblo como se quiere a un hijo, a largo plazo, siempre dando y sin pedir nada a cambio, porque el interés mutuo es que crezcamos juntos y alegres, y a eso no se le pone precio.

No hay economía que cueste una vida.

¿Sabéis cual es la primera causa de muerte externa en este país? No son los separatismos, no es la violencia de género, ni los homicidios ni los accidentes de tráfico: es el suicidio. En España se suicidan 10 personas diarias de media, 70 semanales, 240 al mes. Y puede que muchas más. ¿Habéis oído bien? Si, aproximadamente cada dos horas y media se suicida una persona. ¿No os parece esto un tema que debería estar en portada o al menos hablarse más que de otros temas actuales? ¿no sería eso preocuparse por la realidad y no por lo que los medios de (in)comunicación ponen de moda?

Silenciando la muerte silenciamos lo real de la vida. Eso hace la política, silenciar lo real, la verdad.

¿Sabéis que creo que solucionaría esto? Esa palabra tan hippie y que apenas pronuncian los políticos.

Votaría a un gobierno que más que adoctrinar un imperio de ley se preocupase por construir una república de amor.

corazon congelado